Fotografía de Richard Avedon
17 agosto 2017
La pobre Leonor, algo más animada tras cumplir los ochenta y tantos y una vez su hija ha desistido, de momento, de discapacitarla, y, también, un copazo de Marie Brizard que le ha soltado Antoine, me llama al orden … “Enrique ¿tienes un texto para la introducción a mi charla dentro de la “mesa redonda” del jueves noche? – Trata sobre como compaginar la vida, el amor, el seso y el sexo”. Al instante todos se levantan y se acercan a mi mesa y la pregunta generalizada es … “¿Enrique, no nos digas que tienes, también para eso? – ¿De dónde los sacas?” y yo, en gesto poco modesto y haciéndome el interesante, contesté: “Claro, Leonor, dame diez minutos y te lo mando a tu tablet. No tardo más, son mis temas favoritos …
A la media hora le entregué este texto a Leonor … tenía la vista algo nublada pues no se había separado de su inseparable y recuperado, amigo Antoine. ¿Yáaaaa? – me dice. Bueno, pues sí, he hecho lo que podido querida amiga.
“La carne es el pecado, es la vida y la muerte, solo una fina daga justiciera las separa, vida si hay amor y muerte si solo hay carne. Muero, pues, por la carne y vivo por la vida que nunca sabré si la viví como debiera o como debiera haberla vivido. Nada temo, nada deseo, solo la carne me impone el respeto al deseo que existe de que ese amor se convirtiera en carne y así se hizo y no volvió aunque, quizás, lo hizo sin que yo me diera cuenta. El amor prevalece, el deseo también, la vida es un eterno sufrir por lo que debieras hacer y por lo que haces, por lo que amas y por lo que deseas. Solo cuando todos esos deseos se encarnan en un solo ser puedes aspirar a dormir en el santo sepulcro de los sentimientos encontrados. La carne pudre a la carne, el sentimiento alimenta la vida, el deseo de vivir , de amar y de sentir, es solo cosa de imperfectos seres que solo buscan sobrevivir a sus pecados, la vida es lo perfecto, a esa me aferro, solo a ella quiero y por ella dejaré que se pudra mi carne en el deseo, en su deseo.”
La vida es corta, lo sé, pero a veces, demasiadas, se me olvida …
Pingback: Pasadito de volumen – (qué estás gordo, conyo) – (Tumblr) | Esas pequeñas cosas
Me lo he guardado íntegro, pero hay párrafos para enmarcar. Para mí uno sobre todos los demás … la vida es un eterno sufrir por lo que debieras hacer y por lo que haces, por lo que amas y por lo que deseas. Y en ese eterno sufrir…el amor, la vida y la muerte. Todos son buenos, pero hay algunos que sobresalen sobre los demás y el de hoy…de diez. Leonor no sabe lo que tiene …o sí claro. Feliz jueves.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Un abrazo muy fuerte amiga Paz y ah, como siempre, subes mi autoestima hasta el 100.
Me gustaLe gusta a 1 persona