17 agosto 2013 – 2016
Al salir de Misa, de confesarme, me encuentro con “Antuán” y mientras se acerca me doy cuenta que se ha convertido en un anciano. Tras los saludos habituales y los habituales esfuerzos mutuos por demostrar quien la tiene mas larga y/o mas gorda, va y me dice: “Fotre, Enrique, ahora estás mejor, últimamente te habías puesto muy delgado”. El muy hijo de su madre es todo un caballero, qué fina manera de decirme que estoy pasadito de volumen.