La vieja soledad de los mayores

Pintura de Fabián Pérez 

 

20 abril 2018

– Oía en una emisora de radio nacional, esta madrugada, que una mujer llegaba, un dia tras otro, a su casa por las noches con ganas de llorar por no haber podido hacer más en su labor diaria … era y es, asistente social para personas mayores y/o con discapacidad y que viven en soledad en un viejo barrio de Madrid capital. Se le rasgaba la voz al contarlo … «un sentimiento agridulce, bien por saber que haces algo así a alguien que lo agradece y mal por lo que representa su cruel estado de soledad total». 

– Llego a mi café de madrugada y Leonor, una de las más veteranas del Ateneo a sus setenta y muchos nos recuerda que fue ejemplo de madre, mujer, esposa fiel, educó a sus hijas en la élite y ahora las tiene a las dos en Europa; ahora es viuda y con cientos de amigos que le miman y animan, en sus cafés y sus tertulias matinales, pero siente su soledad en cualquiera de sus largas noches y en esos malignos fines de semana en que todos y todas se van a buscar a los suyos aunque sea para limpiar culos de bebé o para hacer de cuidador infantil en esas fiestas dominicales de calor familiar y de «papasosnecesito».

– Leonor odia los domingos y quisiera que alguien le dijera «mamatequieroytenecesito» … Leonor odia la soledad … hasta el lunes, Leonor … qué vértigo me da verte.




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