07 mayo 2021
-El la miraba y no podía mantener la mirada cuando ella se la devolvía.
-Él se iba acercando hacia el lugar donde estaba ella.
-Ella era el centro de atención de chicos y chicas de ese inesperado guateque.
-Ella reía, charlaba y se dejaba notar, a la vez que echaba algunas perversas y coquetas, miradas hacia él.
-Él, cada vez que ella le lanzaba sus envenenados dardos con su lindos ojos, bajaba la vista y hacia ver que que era el tío más desinteresado del mundo por cualquier situación o persona que allí pasara y/o estuviera.
-Quique, que era el titular de la casa, (la casa era de sus padres), le llamó a él dándole una orden con voz de rapsoda y tono burlón:: «Enrique, vente a poner los discos, no te quedes ahí parado, haz algo, pareces un monigote que no ha visto nunca una estrella en el cielo».
-Él se puso a poner los discos en aquel maravilloso dualette 77 que estaba en el centro del altar musical del lugar pero, mientras, el tal Quique, se puso a bailar con ella.
-Él había puesto en el giradiscos esa canción de «Tous les garçons et les filles«.
-Los dos, Ella y el Quique, bailaban y reían a la vez que ella seguía lanzando miradas coquetas en dirección al chico que ponía los discos.
-El que ponía los discos, él, para evitar acercamientos, puso un par de canciones más, aceleró el ritmo, puso el Lolita del Dúo Dinámico y otra de la Silvie Vartan, Si je chante.
-Cuando terminó la segunda, se fue al cajón donde estaban los discos y escogió uno que a él le pirraba, entonces y ahora, levantó el pick-up, puso el disco sobre el redondo soporte giratorio del lindo Dualette-77 y dejó caer la aguja sobre él.
-Él dejó el altar musical, se acercó a ella y a Quique y con gran decisión la cogió a ella de la mano y les dijo con tono firme y seguro: ahora me toca a mí.
-Estaba sonando And i love her, de los Beatles.
-Ella y él, bailaron apasionadamente, no se dijeron mucho al principio, solo bailaban y lo hicieron sin parar toda la tarde.
-Seis años después, ella y él, se casaron en una Iglesia de arquitectura gloriosa cerca de Barcelona y hoy, cincuenta y cinco años años después de aquel And i love her , ellos siguen viviendo juntos, amándose y queriéndose como el primer día.
Gracias, querida amiga Paz, no lo puedo evitar. Esos brotes de mis recuerdos, no son forzados, así vienen, y así los «pinto».
Un abrazo de lunes … casi al día.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me remontas unos pocos, bastantes años atrás. Con la música, con el tocadiscos y con tu relato que puede incluso parecerse bastante al mío, solo que el tiempo se para para algunos cuando quiere y debe, seguro. Solo resta el recuerdo que es lo mejor de una vida. Un abrazo y gracias por hacérmelo vivir de nuevo.
Me gustaLe gusta a 1 persona