06 mayo 2020
-Amanecí con una canción fija en la sesera pues es de las que me recuerda mis no tan lejanas y felices noches de los viernes, pero no recordaba su título. Me metí dentro del gran ojo de la Red de Redes y tras unos métodos propios de un sabueso digital, la encontré.
-Puede hacerlo porque recordaba una de las estrofas más pegadizas pero que, siendo una «tontada», y sin saber muy bien por qué, me atraía y me sigue atrayendo sin entender su doble sentido, dada mi reconocida inocencia e insolvencia manifiesta, para estos asuntos.
-La estrofa decía así:
Ven, ven, ven ladronzuelo ven
Ay, pero ven y ven y ven a robarme a mí
-Bien, resuelto mi mayor problema del día, decidí hacer algo que resultara de provecho para mis descendientes. Decidí dedicarme a leer y con ello y a la vez, a estropear mis libros, subrayando textos como hacía mi Madre.
-Hoy encontré uno de esos subrayados textos en el Quijote, (Ella siempre lo hacía con un lápiz y no con un criminal bolígrafo como yo lo hago). El mensaje que trae el texto, fue siempre una de sus irrenunciables voluntades … vivir con esperanza, pues solo su fe en ella la mantuvo en lucha con su mal , hasta el mismo día final. Aquí lo dejo:
«¿Acaso es tiempo vano el que se emplea en vagar por el mundo sin buscar regalos sino esperanza?»
Esas pequeñas cosas 
Gracias siempre. Respuesta necesaria obliga. Un abrazo
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Tu no eres impaciente, eres… eres necesaria.
Un abrazo fuerte y, ah, la incombustible eres tú, eres única.
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Nunca será tiempo perdido el empleado en ir detrás de esa esperanza que tanto necesitamos. Volverás a tus viernes la nuit, seguro que si. Ya nos han dejado desnudos de demasiadas cosas. Menos mal que los hay incombustibles como tú que son ejemplo para todos aquellos que como yo, somos impacientes de casi todo. Un abrazo de domingo.
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Gracias querida Stella. Espero que ese descanso haya servido para alimentar esa esperanza que tanta falta nos hace a todos.
Un abrazo muy fuerte, poetisa del Cono Sur.
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Llegué a Montevideo, a mi PC, luego de un mes largo en un balneario, aislada y cuidada.
Espero poder estar con tu escritura, más cerca, con el disfrute de tus temas.
Me recupero de un fuerte golpe, pero creo como el Quijote; sin buscar regalos sino esperanza.
Un abrazo largo..
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