Nuestras preocupaciones viven lejos de los intereses de los Políticos

Imagen: Brittany Markert

02 junio 2020

– Descubro que a Úrsula, a Stella, a Paz, como también a Juan y como a muchos de mis amigos e incluso a demasiados de mis mejores y más queridos enemigos, les gusta la obra de Mario Benedetti. Luego, más abajo, explico el “porqué” de este breve apunte.

– Hoy empecé el día con dos preocupaciones:

1. La primera era la que me creó saber de la indignación que manifestaba Arturo, en su “homilía” de los martes cuando nos contaba, (ahora por video llamada múltiple), que uno de sus mejores amigos se había quedado sin casa al menos por dos años, (según le ha dicho su abogado). Resulta que no se le ocurrió otra cosa a su amigo que irse la semana pasada a pasar unos días con su hermana, que se había quedado viuda al morir su marido por culpa del maldito coronavirus. Al volver a su casa, (que es una casa baja en una pedanía del Norte de Alicante),  después de haber consolado como pudo a su hermana, se encontró la casa Okupada por unos veinteañeros que entraron reventando la puerta para convertir esa vivienda en un harén de putiferio y drogas a gogó. Lo pero y más indignante es que le ha dicho su abogado que al haber pasado más de setenta y dos horas sin denuncia, la casa era ahora de los “chiquillos” y que solo una sentencia judicial lograría echar a los niñatos de ahí. Ni que decir tiene que Arturo aprovechó la ocasión para llamar HP, no a los niñatos, no, llamó así a todos los Políticos con representación parlamentaria que permitían estas barbaridades así como las del dichoso impuesto de sucesiones que era, otro escandaloso robo. Con voz que salía con fuerza muy alterada de la misma video llamada nos dijo: “De eso no hablan, solo hablan de repartirse el poder y de dar alimento a sus vanidades y a enchufar acólitos. Luego se quejarán de que votemos a Vox”. (Sic)
2. La segunda es como si fuera la otra cara de la moneda de un amargo amanecer. La creciente necesidad de dar abrazos, de sentirme ceca de las almas de las personas queridas, me tiene absolutamente postrado ante la supuesta divinidad que pueda existir, para que remedie esos males que me turban el sueño y las ganas de vivir. Para dar tranquilidad a mis ansias solicité a uno de mis mejores amigos y literato esencial, uno de sus pasajes que fuere adecuado para mi momento actual:

Cuando a uno lo expulsan
a patadas del sueño
el amanecer es siempre una modorra
se emerge de ese ensayo de muerte
todavía sellado por la víspera
si fue de odios con rezagos de odio
si fue de amor con primicias de amor
pero el día empieza a convocarnos
y es distinto de todos los demás
tiene otra lluvia otro sol otra brisa
también otras terribles confidencias
así empieza el diálogo con la jornada
la discusión el trueque de rencores
y de pronto el abrazo
porque hay días repletos de soberbia
días que traen mortales enemigos
y otros que son los compinches de siempre
días hermanos que nos marcan la vida
así ocurren sabores
sinsabores
manos que son cadenas
mujeres que son labios
ojos que son paisaje
y cuando al fin lo expulsan
a uno de la vigilia
se emerge de ese ensayo de la vida
con los ojos cerrados
y despacito
como buscando el sueño o la cruz del sur
se entra a tientas en la noche anónima.

Mario Benedetti

 

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