La vida y Cohonesto, mis inseparables amigos

             Cohonesto, mi vegetal favorito 

13 noviembre 2016


Me puse frente a él, de pie, observando cada una de sus ramas y sus felices razones para estar vivo. Le hablé de lo que nunca conté a nadie sobre mi forma de ver la proximidad del mal denominado más allá; del color de las rosas rojas y de su similitud con la sangre de los animales vivos; del porqué los sentimientos permanecen y por qué nos abandonamos a las praxis más crueles para destruirlos; de cuando creía en el ratoncito Pérez y en el Angel de la Guarda; de aquellas largas noches de estudio, café y centramina, preparando los exámenes de junio en aquella vieja Escuela del Ladrillo en La vieja Diagonal barcelonesa; de las tardes locas de música y arrime en aquel antiguo Stereo de la plaza Sanllehy; de aquella tarde gloriosa de un lejano 12 de octubre en casa del chico de las papelinas del pasaje Sant Pau donde hacíamos las fiestas los domingos y nos dejaban bailar, (sus padres, los siempre vigilantes de la moral de la época), al ritmo frenético de los Stones, Los Sirex o del mismo Richard Anthony y su «Twist Again» … fue ese mismo día en que la conocí, (a Ella). Tras ese largo recorrido en mi memoria, no sé si cansándolo, él seguía ahí …

– No me habló, me pareció oírle llorar
– Le correspondí y el me lanzó una de sus hojas en señal de comprensión y felicidad
– Le abracé mientras una pareja de jóvenes andantes me miraban con cara de ver a alguien que está para encerrar en un psiquiátrico.- Le dije adiós … me pareció oír un susurró por ese inútil oído izquierdo al ritmo fonético de … «yo también te quiero» … y me fui a buscar el camino diario al principio de lo que me queda, mientras rezaba en silencio a ese Dios con el que aspiro a tener una confesión final algún día … muy lejano y sin prisas, por muchas ganas que tenga de conocerlo.

Cohonesto sigue ahí por la gracia de un Arquitecto bendito que lo salvó de la pena capital al blindarle su entorno para que el muro del vallado de su finca no le pasara por encima. Cohonesto… es un gran y feliz ejemplo de vida … y mi amigo más fiel.

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enriquetarragófreixes

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""Grito que no creo en nada y que todo es absurdo, pero no puedo dudar de mi grito y necesito, al menos, creer en mi protesta""" (Albert. Camus)
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4 respuestas a La vida y Cohonesto, mis inseparables amigos

  1. mimarzgz dijo:

    Me ha encantado esa mirada. Un saludo,

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  2. Bellas y sentidas reflexiones, amigo… Gracias por compartirlas

    Un abrazo

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  3. Es lo que tiene hablar con los vegetales, acaban haciéndote buena cara amigo mimarzgz.
    Feliz noche

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  4. Gracias Ildefonso, solo son lágrimas de alegría, de confusa honestidad y de cierta realidad inexistente … pura felicidad.
    Feliz noche

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