22 abril 2021
-Me escribió un largo wasap Armando, un viejo compañero profesional de los 80, un santo varón en lo personal y un gran profesional del mundo del ladrillo bien puesto.
-Llevaba meses, más de un año, mandándole varios «holaquetalcomoestas» y nunca me contestaba.
-En las últimas semanas empecé a notar que las dos uves del wasap que salen junto al mensaje que le enviaba se ponía los dos de color azul. Los había leído.
-Seguí mandándole el mismo mensaje al que añadía un, más o menos, ¿Estás bien?
-Pasaron algunos días más y finalmente hoy, esta noche, me envió un largo mensaje.
-Envió lágrimas envueltas en letras, dibujó su situación de abandono y sus pocas ganas de vivir. Mariona, su Mariona, murió en septiembre del año pasado. Se la llevó la COVID-19.
-Sentí vértigo y pensé en Neruda y en su forma de entender la vida y sus consecuencias:
“Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas”.
Difícil, querida amiga Paz. Siento vértigo de pensarlo, de creerme que algún día puede ser así para mi.
Un abrazo muy fuerte.
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No sé si es mejor encontrarse o seguir como estamos…medio perdidos. Buena hoy tu reflexión. Un abrazo.
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