¿Y después, qué?

20 noviembre 2020

-El día empezaba de modo duro. Llegó la primera discusión con el asunto de las vacunas … «Que si no me la pongo», «Que me la pongo ya» y así…

-Resulta que no entiendo por qué nos da miedo la vacuna y/o vacunas que vienen para salvarnos de la COVID-19. Todos mis amigos dicen que los expertos recomiendan no ponérsela pero cuando les pregunto que expertos son, no saben decirme quién aunque sí donde: En la TV y que son gurús muy reconocidos por la comunidad científica y lo dicen cuando la mayoría de ellos,  (de mis compañeros de quiosco), no sabe quién inventó la penicilina.

-Es peor, no obstante, enterarme hoy de que una amiga de juventud, ahora con sus 72 a cuestas, nos dice que no se ha vacunado nunca contra la gripe, ni contra nada, es antivacunas y, ah, es de izquierdas e independentista y no una negacionista al uso.

– La investigación científica y los avances que ha proporcionado a la humanidad, siempre ha sido denostada. Ignaz Semmelweism fue un obstetra húngaro que, a mediados del siglo XIX, logró descubrir la naturaleza infecciosa de la fiebre puerperal (infección que puede producirse luego del embarazo) logrando controlar su aparición con una simple medida de antisepsia: lavarse las manos.  Sin embargo, sus colegas no pensaron lo mismo. No sólo no lo apoyaron con su teoría, sino que también fue amenazado.

-¿Cómo has dicho que se llama ese médico, Enrique? – Es para buscarlo en internet – me dice Antonio el de Mutxamel.

Álvaro y Marta han hablado por redes sociales | MyHyV

-Cambiamos el tema y la cosa va a peor.

-En el mundo de hoy donde no es fácil, para un joven con dudas estructurales, sustraerse del mundo mediático televisivo que ofrece cuotas rápidas de hacerse famoso sin ser nada más que eso, ser famoso, hace un irreparable daño a quien así lo contempla como una o única, solución de ser feliz, confundiendo, cruelmente, fama con éxito.

-Una vez he terminado mi discurso, me pregunta Leandro: ¿Qué has dicho, Enrique?

-Bien, por último y como cada día, cada vez más temprano, pues el miedo a salir a la calle va en aumento, me siento en mi oscuro rincón del olvido de mi «Keli» y es allí donde cerrando los ojos, me meto en mis sueños y me llega la inspiración necesaria para acordarme del gran Aristóteles cuando dijo: «La esperanza es el sueño del hombre despierto.»

-No desesperemos, todo pasa y todo queda y esta pandemia, como nosotros mismos, pasará. La pregunta será… ¿Y después, qué?

http://es.gravatar.com/etfreixes

Acerca de etarrago - etfreixes

""Grito que no creo en nada y que todo es absurdo, pero no puedo dudar de mi grito y necesito, al menos, creer en mi protesta""" (Albert. Camus)
Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el enlace permanente.

2 respuestas a ¿Y después, qué?

  1. Dices bien, amiga Paz, es como es y no quiero ni pensarlo. Feliz noche de domingo.

    Le gusta a 1 persona

  2. Todo pasa y todo llega, como cantaba o recitaba alguien, ya sabes. Lo que no sé es lo que nos va a quedar después, que o mucho me equivoco o será poco y malo. Pero tampoco demos pábulo al pesimismo, que ya de eso estamos surtidos. Me meto como tú en sueños, lo sabes también, con dos frases, tres líneas y una foto, no necesito más. Feliz noche de viernes ( no comment). Un abrazo.

    Le gusta a 2 personas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.