30 septiembre 2020
-Caerse no importa, recuerdo que un día me caí y me levanté. Y así uno y otro día hasta que entendí que debía mirar hacia el suelo que pisaba antes de dar un paso. Ahora también me caigo, no importa, ya no me hago daño, se donde debo caerme.
-Mi Madre siempre me decía algo que nunca olvidé y mucho más porque siempre lo hacía mirándome a los ojos: «Afrontar la vida con ánimo es lo mejor que se puede hacer cuando no se puede hacer otra cosa«.
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Esas pequeñas cosas 
Seguiremos adelante, querida amiga Paz, a pesar de todos los pesares.
Un abrazo de viernes.
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Y las veces que nos quedan, de volvernos a caer. Y creo que será la señal de que seguimos caminando nunca más literal y mejor dicho. Dependerá de nosotros siempre el saber levantarnos sin que ninguna de las «heridas» nos haga más daño que el necesario. Siempre con tus sabios consejos querido amigo. Un abrazo de jueves.
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