29 agosto 2020
-Hablaba con un viejo conocido de esos de las obras de no sé cuanto tiempo hacía que se divorció.
-Ahora pretende volver después de casi veinte años de dejarla plantada a su santa esposa.
-El chico a sus casi setenta es un poeta y para que le entendiera, tras una larga charla, me ha recordado una frase de Paulo Coelho:
“Algunas veces hay que decidirse entre una cosa a la que se está acostumbrado y otra que nos gustaría conocer”.
-Yo lo hice, Enrique, y me equivoqué.
-Lo ha hecho creíble, incluso se ha puesto a llorar. Y yo me pregunto … ¿Hay perdón para una gesta así?
-Arriba y abajo, he dejado dos fotos anónimas para escoger.
Esas pequeñas cosas 
Oí, una buena noche, decir a una mujer «dejada» que podría perdonar, pero no olvidar. Y yo creo que eso es, así, Úrsula.
Un abrazo de domingo.
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No acabo de decidirme, habría que estar en su piel … en cualquier caso, a bote pronto, demasiado tarde a mi parecer 😀
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Y yo también, querida amiga Paz.
Feliz domingo
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Escojo la de arriba, yo soy de perdón, aunque no tenga una explicación válida porque no hay ninguna. Solo equivocarse.Feliz sábado, querido amigo.
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