01 julio 2020
-Como eres viejo y todos saben que eres casi sordo, cuando algo no te interesa oírlo haces como que estás así, sordo perdido y te quedas más a gusto que un marrano en un “xarco”.
-Si te llaman por teléfono y te das cuenta que te han pillado, que es una empleada de un call center con acento de Puerto Rico, pues nada, pones voz como casi la que tienes pero más … “mi-re-es-que-soy-muy-viejecito-oooiga-ooiga” y cuelgas.
-Si miras a una niña porque presenta un airbag impresionante o una colita a lo Jennifer López y casi te la comes con los ojos, no hay problema, se reirá, saben que eres como el caballo viejo que le dan sabana.
-Si tu médico te dice que has de hacer bondad cuando sabe que tú te lo pasas por el forro, no le digas “olé tus huevos”, ni nada parecido, solo sonríe, él te entenderá, sabe la edad que tienes.
-Tampoco te has de preocupar del patrimonio inmobiliario, ni entender “un pijo” de lo que representa. Tus hijos se encargan por ti de venderlo y a ti, para que no te falte de nada, te buscan una buena residencia que será justo de buena lo que cueste pagarla con tu pensión, ni un céntimo más … “queremos que nuestros padres estén bien atendidos y nosotros no tenemos tiempo para nada” – le cuentan a los preocupados amigos mientras éstos ponen sus barbas a remojar.
-Y del dinero, tampoco te has de preocupar – “Mirad, papás, nosotros os invertimos el dinero de la venta de la casa y el de vuestra c/c porque vosotros ya no estáis para eso. No debéis preocuparos de nada, si os hace falta algo nos lo pedís a nosotros, vosotros disfrutad de la vida que ya os lo habéis ganado.
-De la comida tampoco, siempre hay sopa y pan que compartir en esos hoteles «residenciales», llamados de la tercera edad, donde la mayoría de los habitantes que allí yacen solo esperan morirse en el más triste de los olvidos.
-Bien, viendo lo que se ve y lo que vemos venir y por si acaso, lo importante, a cierta edad, es vivir como te de la gana. En lo único que te has de preocupar, seriamente, es en como conseguir que te dejen.
Esas pequeñas cosas 
Siempre, sí, que nos dejen estar.
Pues hoy está siendo, por aquí, peor. ¡Ozú, qué caló!
Un abrazo querida amiga Paz
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Gracias Awilda, me encanta el tono del comentario, has entendido perfectamente mi mensaje.
Un abrazote y, sí, esperemos seguir pasándolo a toda raja.
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Mejor no oír ni ver lo que nos ha tocado. Y por supuesto que nos dejen estar y no nos condicionen la vida que ya bastante otros como y cuando quieren lo hacen. Un abrazo y buen día calentito, ¡vaya nochecita! y el día no se avecina mejor.
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Jajaja Enrique, me gusta ese oído selectivo Jajajaja sobre todo para cuando lo que se dice del otro lado no importa. Y los hijos… bueno… los hijos queriendo los mejor para los padres, vendiendo todo, porque están de salida, creyendo que el padre nos entera de nada. Al final, viejo si, pero pasándola a toda raja (como dicen los chilenos Jajajaja).
Un abrazote ( y que lo oigas y veas Jajajaja)
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