13 mayo 2020
Cierran las heridas con dificultad, aún y siendo intangibles, pero pronto se olvida a aquel que nos dio ese empujón que nos ayudó a salir de aquel enorme bache.
Neruda lo escribió con más claridad: “Nada se olvida más despacio que una ofensa; y nada más rápido que un favor.”
Fotografía de Raymond Cauchetier (Moi aussi, j’ai)
Abrazos, Úrsula
Me gustaLe gusta a 1 persona
Es curioso pero empiezo a creer en aquella otra versión, no sé si más cruel, de lo escrito hoy aquí, que dice: «Puedo perdonar, pero no olvido».
Un abrazo querida amiga
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pues no puedo estar más de acuerdo contigo y con Neruda …
Abrazos, Enrique
Me gustaLe gusta a 1 persona
Somos olvidadizos por naturaleza, aunque hay cosas que no debieran olvidarse jamás. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona