Imaginando: Fira la capital de Santorini, isla griega del mar Egeo
29 marzo 2020
– El diario de hoy es algo neutro. Un buen amigo que anda metido con la neumonía a cuestas, sigue estable por tercer o cuarto día consecutivo y eso me emociona; la gente vecina, en un alarde de solidaridad desmedida, sigue saliendo a los balcones a eso de las ocho a aplaudir y a cantar lo que sea en agradecimiento a los sanitarios y personal de abastecimiento y función primaria, y eso … eso me sigue emocionando; y yo sigo disfrutando de toda esa generosidad que todos mis amigos y algún vecino, siguen mostrando hacia nosotros dos, sí … y eso aún me emociona más.
-Creo que no hay que reprocharle nada a la vida pues nos deja seguir viviendo como si el mundo se hubiera vuelto bueno, igual que sucedía siempre en esos cuentos que me contaba mi Madre cuando era niño y no me podía dormir.
-Ahora sólo deseo que esos cuentos de hoy acaben como aquellos de mi infancia, con un deseo por encima de cualquier otro y que a base de proclamarlo debiera cumplirse y que no es otra cosa que … “¡¡¡Todo saldrá bien!!!
-Imaginemos … no cuesta nada creerse feliz.
Esas pequeñas cosas 
Cuestión de saberlo hacer. Sabia deducción, querida amiga Paz. Ojalá sepamos hacerlo.
Feliz noche
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Cierto que los cuentos en nuestra época terminaban todos bien. Estos momentos no son de cuento, pero seguro que nuestra imaginación los puede trastocar, solo es cuestión de saberlo hacer. Abrazos.
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