Pepe, la Matilde, Carpe Diem, la campaña electoral y el KELESDEN

Norman Rockwell

24 mayo 2019

– En la tertulia del Kiosco de la Prensa más reaccionaria y bella de toda la Playa, la Matilde, (la mujer del sindicalista), aparece por sorpresa en ese lugar de culto y se queda en la última fila y sin hacer ruido alguno, y pilla a su querido Pepe contando aventuras de amor imposible cuando ya no era un mozo con la compañera de toda la vida, (la del sindicato más obrero de todos los obreros),  y cuando ya empezaba a contar cual era el feliz rincón de entrar a matar las ansias de amor obrero y los detalles de rigor tabernario, la Matilde se alza en armas y … (haré un resumen avanzado del discurso de la Matilde pues la cosa creí que acabaría en magnicidio sangriento), soltó fuego por la boca pero a base de exageradas risotadas –  como una risa floja perversa – lo cual dejó perplejos a todos los del auditorio, mientras su Pepe salía despavorido con un recurrente “ahora vengo, voy a vaciar la vejiga ahí en el Nuevo Flamingo”.

– Ante ello, (las risotadas), el Director Ejecutivo del Kiosco, viendo la huida de Pepe y la cara de estupor controlado de los allí presentes,  le pregunta a Matilde: ¿Matilde, estás bien, te pasa algo?

– Y la Matilde – tras un buen ratito de espera para que se le acabara la risa floja que no podía clausurar – se repone, se limpia las babas que le caían  vestido abajo,  y nos cuenta con voz entrecortada y medio riéndose: “Este Pepe se piensa que soy gilipolla y que me creo todas esas aventuras machas que os cuenta y cuenta, por donde va” …

– … y la Matilde siguió riendo a carcajada viva mientras todos nos mirábamos con cara de de creer que lo que allí había pasado era un indulto mortal, una forma de disimular o realmente una sonriente forma de evitar la realidad. Lo cierto es que pasados unos segundos y una vez se recuperó Matilde de su risa floja, todos nos mirábamos a los ojos hasta terminar en risas hipócritas para darle la razón a Matilde … “Este Pepe es un gran discursista”, dijo Arturo mientras se partía el culo de risa floja la cual, (la risa), trasladó a todos de forma que no acabamos con la pernera mojada de milagro, pues a esta edad, salvo Julián, que es el único que lleva “chinos” blancos y se le notó la flojera urinaria, los demás ya no nos aguantamos muchas cosas, algunas incluso más sonoras, pero coño, sabemos que pantalón blanco ya no se puede llevar a nuestra edad.

– A todo esto y mientras el porche del kiosco parecía la despedida de la salida de una función en el Teatro Principal, llegó Pepe el cuál, con cara de sorprendido, se dejó coger del brazo por Matilde, le dio un pico, (él a ella), y se marcharon tan felices en dirección al Paseo de la Playa como si de dos nuevos enamorados se tratara.

– Vivir para ver … oír y reír, claro. CARPE DIEM y ah, a los de la campaña electoral, pues eso, KELESDEN, o eso hacemos y les decimos, cada mañana para que no se nos olvide pues ellos lo hacen durante cuatro años sin que nada podamos hacer para impedirlo, y lo hacen, eso sí, aunque votemos a unos, a otros, o no votemos, da lo mismo, lo hacen siempre y todo el tiempo.

 

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