No siempre hay bendición y perdón a nuestros pecados … “in hac vita”.

CWrun8qU8AAt7Qd (25)

Fotografía de Steve Hodges

29 agosto 2016

Me decía un extraño compañero de mesa en esa hora de los cafés de madrugada, que …

¿Cómo fue que un día el niño se me hizo hombre y al otro se fue de casa; cómo fue que un buen día me di cuenta que tenía canas … muchas; y cómo no supe darme cuenta de que los ojos se quedaron atrás en el espejo; o cómo fue que no me di cuenta de que las manos, las mías, cada vez se parecían mucho más a las de él que a las mías que mostraban ese rosario y un misal el día de mi primera comunión; cuándo fue que  me di cuenta de que cada día dormía menos horas y que el sueño era solo algo reservado a las noches de días muy largos; y por qué no supe ver que ellos se fueron esperando, siempre, que algún día fuera a verlos fuera de la Navidad;  …. por qué ella siempre me ha querido y yo nunca he reparado en sabérselo decir a cada instante y, especialmente,  cuando cogía un avión para irme a Jamaica o a San Petersburgo para no volver jamás … ¿Por qué nunca se lo dije? ¿Por qué no supe hacerlo? …

Lo peor de toda esta extraña reflexión propia de la oscuridad de la madrugada, es saber el porqué de tantas preguntas buscándole  un sentido mientras el loco de las madrugadas de hoy culmina su monólogo apuntándome que ella , la Maira, su Maira, … “no tuvo tanta suerte, Enrique, ella nunca se pudo hacer las preguntas que todos nos hacemos hoy” –  ella, Maira, decidió hace tres años irse a dormir y a vivir, al Cajero del BBVA de la Avenida Salamanca. Ahora, él, ese extraño compañero del café de madrugada de hoy, se muere de pena, de arrepentimiento y de un poco saludable estado cirrótico, mientras ella se muere de pena, de soledad, de abandono y de escasa ganas de vivir. Al irse, mi nuevo compañero de las madrugadas me dice: “¿Cómo fuimos capaces de llegar a esto?

Sería encantador poder convertir nuestra vida en un vídeo de YouTube al que pudiéramos cambiarle forma, contenido y tiempo, de modo que los errores fueran reparados sin dejar huella. Lo peor es que sabiendo que eso no será posible, lo hacemos, (cuando lo hacemos), con toda la alevosía que nos honra como lo que somos, seres humanos ambiguos, soberbios, egoístas y hasta estúpidos. Ignoramos que la vida y los actores de nuestro escenario, no hacen como los curas en el confesionario … no siempre hay bendición y perdón a nuestros pecados y es así, por qué ellos, esos humanos despreciados, son de carne y hueso y ni son repartidores de fe, ni muchos menos son dioses para poder soportarlo. Quizás algún día los humanos sepamos pecar sin tener que convivir con el tardío arrepentimiento aunque, como no, lo mejor sería todo lo contrario.

 

enriquetarragófreixes

Acerca de etarrago - etfreixes

""Grito que no creo en nada y que todo es absurdo, pero no puedo dudar de mi grito y necesito, al menos, creer en mi protesta""" (Albert. Camus)
Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el enlace permanente.

4 respuestas a No siempre hay bendición y perdón a nuestros pecados … “in hac vita”.

  1. Stella dijo:

    Las palabras escritas en azul son Tuyas?
    Me agradaría saberlo..
    Desde ya gracias Enrique.

    Le gusta a 1 persona

    • etarrago dijo:

      Total y exclusivamente mías son esas palabras en azul y en cualquier color. Cuando no lo es acostumbro, siempre, a señalar su origen amiga Stella.
      Un fuerte abrazo

      Me gusta

  2. Stella dijo:

    Me quedó por contestar ésta respuesta. Son tan geniales tus palabras, que las tengo separadas, para leerlas en compañia de mi familia.Cosa que en éste momento estoy haciendo.
    Maravilloso post.

    Le gusta a 1 persona

    • etarrago dijo:

      Gracias otra vez querida amiga Stella … eres un encanto, mejoras siempre mi autoestima, gracias, mil gracias por ser como eres.
      Un abrazo fuerte.

      Me gusta

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.