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03 junio 2016
Siendo hoy viernes, donde el desenfreno nocturno invadirá mis débiles sentidos y donde las ansias por el no hacer pondrán el filamento muscular en alerta roja, debo decir aquí algo que aprendí ayer y que parece mentira que mi veterana cerebridad no haya sido capaz de destilarlo hasta el día de hoy, cuando es bien sencillo de entender aunque no sé si tanto de aplicar: “Si tienes una china en el zapato, es mejor pararse a quitársela de una vez por siempre y luego, cómodamente, continuar el camino”.
Esas pequeñas cosas 
Pero hay chinas que parece ser vienen ya con el calzado de fábrica, esas son mas difíciles de quitar, pero no imposible. Buen día.
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Seguramente, amiga mar, entonces solo queda la opción de extirpar … traumática, pero seguro que funciona.
Bromas aparte, esta entrada podría haberse titulado, también, como «Más vale ponerse colorado una vez …»
Feliz viernes, amiga.
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Sabio consejo, no siempre seguido, china y camino es mala pareja, me refiero a la piedra, claro.
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Así es, amigo icástico y me quedé, como diría mi amigo el malagueño … «más a gusto que un marrano en un xarco»
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Hola Enrique,
¡ja, ja, ja! Y me pregunto yo, ¿dónde habrá puesto el otro par?
Un abrazo y buen finde…
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Me quedé con las ganas de preguntárselo, amigo efejota, quizás esté como la mayoría de los políticos de nuestra España querida, un pié aquí y otro en el más allá.
Buen finde amigo.
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