Contra el optimismo no hay vacunas

19 enero 2023

– Me llamó anoche Nuria, la mujer de Jesús y me dijo que estaba en el Hospital, en urgencias. Un trombo en una pierna. «Lo han ingresado, Enrique ¿qué hago?» – Me dijo, mientras parecía clamar por la llegada del fin del mundo. 

– Antes, mi amigo Horacio, me preguntaba si yo sabía a qué hora jugaba el Real Madrid y si daban el partido en abierto por la tele. 

– Mucho antes, me llamaron del Centro de Salud y me preguntaron si quería vacunarme de la dosis de refuerzo (la cuarta dosis) cuando ya me vacuné hace dos meses. «Disculpe, usted es Julián?» – No yo soy Enrique VIII, el de las mujeres decapitadas – le dije.

– Pero ya mucho antes de esa llamada, recibí un correo-e que me decía eso tan conocido de «somos del Banco de Bilbao y ha habido una intrusión en nuestra Red, conviene que nos de las claves de acceso a sus cuentas y se lo arreglamos». 

– Bien, cuento el final: A Nuria le mandé mil besos y hoy Jesús está mejor y le van a dar el alta mañana; a Horacio le conté que el Madrid Juega hoy y lo dan por la Uno a las nueve de la noche; al del Centro de Salud le di las gracias aceptando sus disculpas y al del Banco de Bilbao le contesté que se vaya a estafar a su tía la Gorda, con copia de su correo-e a Policia-Fraude-Internet.

– Hay días en que hasta me creo que soy útil, pero la verdad es que me gusta escribir y cuando no sé qué hacer mato moscas con el rabo, ya sabes, como el mismo diablo.

– Escribió Benedetti que contra el optimismo no hay vacunas. 🤣

@etarragó