27 enero 2022
– Levantarme temprano no quiere decir ni que sea un trabajador recalcitrante, ni un enamorado de la noche, ni de que me hubiera dado un ataque de dadaísmo para poder admirar, a traición, la belleza de un amanecer frente al mar. Fue, simplemente un deseo… «paseamos por la Playa, cariño, a esta hora no habrá nadie».
– Con un frío irracional que los años han convertido en algo cada vez menos soportable, nos abrazamos … sí, y así estuvimos más de un minuto, quizás dos, o muchos más, como si estuviéramos felizmente vivos, danzando al ritmo del viento, envueltos en la niebla invisible de la eternidad, como si el mundo se hubiera parado …
– Qué bello es poder vivir, poder sentir, poder admirar, poder querer … amar.
– Quiéreme como si el mundo acabara, quiéreme, si es posible, sin piedad…
Esas pequeñas cosas 
“Quiéreme como si el mundo acabara” Una frase que traduce todo el amor que das y recibes. Me gusta como a ti madrugar, ver amanecer y levantar el día al mismo tiempo que el sol. Seguimos viviéndolo, pensándolo, admirándolo, pero cada vez más solos. Es así de triste. Un abrazo.
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Así de triste y así de real. Es mejor imaginar, querida amiga Paz, soñar es envolverse en la nube de lo imposible y resolverlo.
Un abrazo.
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